En 2020, año marcado por la pandemia global, el sistema nacional de pagos ha funcionado con absoluta normalidad en todo momento, batiendo nuevos récords. Procesa ya 2.209 millones de transacciones, por valor de 1,91 billones de euros. Las transferencias inmediatas crecen un 140% en 2020.

Iberpay es una infraestructura de pagos crítica que presta un servicio esencial para la actividad económica del país. En 2020, un año afectado por la crisis del coronavirus y con un impacto adverso muy significativo en la actividad de todos los sectores económicos, los servicios y plataformas tecnológicas de Iberpay han funcionado con absoluta normalidad, garantizando en todo momento el procesamiento seguro de los pagos de los ciudadanos, empresas e instituciones.

El sistema nacional de pagos (SNCE) gestionado por Iberpay alcanzó en 2020 una nueva cifra récord de 2.209 millones de transacciones procesadas, cifra que mejora un 2,1% con respecto al año 2019, por un valor cercano a 1,91 billones de euros, un 3,2% menor al de 2019. Diariamente se procesaron una media de 8,6 millones de transacciones, por valor de más de 7.429 millones de euros.

El uso de las transferencias inmediatas crece un 140%

En 2020 cabe destacar un incremento muy significativo en el uso de las transferencias inmediatas. Efectivamente, la infraestructura interbancaria operada por Iberpay, que da soporte, entre otros, a servicios tan innovadores y exitosos como Bizum, ha procesado más de 192 millones de transferencias inmediatas (cifra 2,4 veces mayor que en 2019), por valor de 54.800 millones de euros, un 21,04% más que en 2019.

Desde su lanzamiento en noviembre de 2017 y hasta la fecha, se han superado los 320 millones de transferencias inmediatas procesadas, por valor de 124.000 millones de euros.

Las transferencias inmediatas representan ya el 33% del total de las transferencias procesadas en nuestro país, frente al 7,47% estimado por el EPC de media en Europa, siendo el segundo mercado europeo por volumen de transferencias inmediatas en el área euro, lo que confirma, una vez más, que el sector bancario español está liderando la adopción y despliegue de las transferencias inmediatas en el ámbito europeo.

Respecto al resto de instrumentos de pago que procesa el sistema nacional de pagos (SNCE), las transferencias ordinarias (con liquidación en el día D+1 o D) crecieron en 2020 un 1,5% en volumen y un 2,9% en valor con respecto a 2019. Los adeudos, sin embargo, decrecieron un -3,8% en volumen y un -9,3% en su valor. Por otro lado, los cheques y los efectos sufrieron un desplome del -26,4% y -36% en número de operaciones, respectivamente.